Vivir desde el corazón
Y cuando de repente nos damos cuenta de que la vida se nos pasa en un segundo. Que los momentos son pasajeros, y que tal como el dinero, las personas van y vienen, y que al tiempo no lo podemos ni retroceder ni pausar.
A veces deseamos con todas nuestras fuerzas haber cambiado ciertas cosas, nos aferramos al pasado y nos preocupamos tanto por lo que pasará en el futuro que terminamos desviando demasiado nuestra atención, demasiado, y nos olvidamos de vivir el presente, el aquí y el ahora.
Nos olvidamos de que de eso se trata la vida: aquí y ahora. Y nos olvidamos de vivir, intentando sobrevivir y navegar esta vida, que a veces se nos hace tan rápida y pesada. Nos olvidamos de respirar por unos segundos, de cerrar los ojos y encontrar esa paz dentro del caos.
Y es ahí, donde quiero invitarte con estas palabras: a parar y reflexionar. Para poder habitar tu propia paz dentro de tu propio caos.
Me preguntarás, ¿cómo encuentro eso? y para mí, no hay respuesta más clara, como el empezar a actuar y vivir desde el amor y con amor.
Empezar a cambiar los lentes con que miras la vida, tan escéptica y rígida. Tomar las riendas de TU vida, y no dejar que la vida simplemente se te pase.
Vivir con amor, significa vivir desde una perspectiva y una vereda de amor, en donde le sonrió a la vida y la vida me sonríe devuelta, en donde creo en el poder de la expansión, la abundancia y la atracción. Que cuando creó y visualizó mi realidad de manera más amable, consciente y amorosa, efectivamente llega a mí una realidad llena de abundancia, de cariño, de personas y situaciones positivas.
Vivir desde el amor, significa vivir con menos odio gratuito, con menos rabia, con menos juicio y prejuicio. Anhelando el presente, y soltando el aterrante futuro o el frustrado pasado, que solo nos ofuscan y nos estancan. Todo en equilibrio por supuesto, entendiendo que hay situaciones y momentos que son siempre necesarios recordar y pensar para sanar, crecer y aprender.
Este último mes he aprendido muchas lecciones, a raíz de vivir muchas emociones y situaciones dolorosas, de haber transitado por tantas luces como sombras. Entendiendo también, que todo es cíclico y la vida es un gran proceso de crecimiento, transmutación y transformación.
Pero de lo que sí me he podido dar cuenta con muchas garras, es que necesitamos desesperadamente más amor en este mundo. Unirnos y sanar de manera colectiva y humana. Internalizar que somos todos uno, y que cuando me hago daño, le hago daño al de alado y viceversa. Cuando entendamos eso, lo entenderemos todo.
Necesitamos dejar atrás las comparaciones, el resentimiento, el odio gratuito, la angustia y la acumulación de emociones negativas. Que más temprano que tarde, nos están enfermando. Por qué si, el cuerpo definitivamente habla lo que la mente calla. Por ende, lo que expresamos y mostramos hacia afuera, lo que atraemos desde afuera, es un claro reflejo de lo que estamos viviendo y de lo que tenemos dentro de nosotros.
Transformemos todo eso, en muchos te quiero y muchos abrazos. En decir lo que siento hoy, porque no sé lo que pasará mañana. Invertir en mí y en mi presente. En intentar aportar con esa luz y granito de arena hoy, por qué nunca sabemos cuánto el otro lo necesita y cuánto tiempo nos queda. En vivir con mayor compasión y empatía, hacia mí y hacia el resto, para lograr una transformación tanto interna como externa. Y por último, agradecer, agradecer todo los que nos ocurre en la vida, para que entendamos de una vez, que la vida es una bendición, y estar aquí es un verdadero regalo.
Y es así como vivo yo mi intensidad; vivir llena de amor, vivir desde la verdad y la libertad, vivir desde un lugar que me hace profundamente sentido y que me hace vibrar cada fibra de mi ser, haciendo las cosas que me gustan por y para mí, retribuyendo siempre al de alado. Construyendo todo lo que me propongo desde la mayor expansión, con amor y desde el amor. Habitando una vida con fe, plenitud y tranquilidad, confiando y fluyendo en que la vida conspira y trabaja SIEMPRE a mi favor.
Finalmente, la vida se trata de reír, bailar, cantar, llorar, y hacer las cosas que te llenan la vida, una y otra vez. Es por eso que te invito a que vivas con esa alegría y felicidad de vivir, entendiendo que la felicidad no es sonreír todo el tiempo. Que vivas desde esa autenticidad y plenitud que hay dentro de ti. Por qué el tiempo no vuelve, y la vida es demasiado corta como para no hacer lo que nos hace vibrar como seres espirituales y a la vez humanos que somos. Que compartas con las personas que te llenan el espíritu y que te sacan una sonrisa, y aprovecha tú también de sacar una sonrisa y aportar a la persona que está alado tuyo. Fabrica todos los días esa versión elevada e iluminada de ti mismo/a que quieres lograr, porque lo tienes dentro tuyo.
Invierte en ti y en tu felicidad. Cuida tus energías, tus espacios sagrados y tu templo, tu cuerpo. Habla y expresa lo que sientes, demuestra todo el amor y luz que tienes, con consciencia y bondad. Cree en ti, cree en el poder que tienes para construir tu propia realidad, más expansiva y con intensidad, equilibrio y generosidad. Vive en presencia y con consciencia.
Es solo así, como creo yo, que tu bienestar tanto físico como emocional, y tu alegría por vivir en este plano, cambiará para siempre. Así también tu realidad lo hará, para bien, y para muy bien. Unamos fuerzas en colectividad por un mejor mañana, una mejor humanidad.
El cambió en ti, cambiará el mundo.
Con mucho amor, y desde la más profunda humildad,
Esta reflexión está inspirada en todos los seres de luz que me acompañan y me guían desde otras dimensiones. Quienes no pueden acompañarme hoy en este plano, pero me han enseñado más que nunca.
Dedicado a mis tres maestras en esta vida, y al mayor maestro que tengo, el de arriba.
Namasté y Amén.
Josefina Brito Bronstein
Noviembre 2023