Feel and flow

Mi mente va a mil por hora.

Por fuera estoy en un restaurant maravilloso, comiendo con mi mamá, conversando de la vida, pero por dentro estoy:
Cuando termine de comer tengo que hacer X,Y, y Z.
¿Qué habrá pensado mi amiga luego de la conversación del otro día?
Debería comprar un nuevo cubrecamas
Tengo que hacer un queque con esos plátanos que están por echarse a perder
Me quedan 8 cosas en mi lista de cosas por hacer
Si me va mal en la prueba de mañana, me voy a echar el ramo.
¿Qué puedo cocinar mañana?
Tengo que regar las plantas

Y así a diario.

Solía ser agotador porque muchas veces sentía que mi mente me controlaba y que no podía ponerle pausa, pero todo cambió cuando hace casi unos 3 años, en una conversación con mi
psicóloga, conocí “el aquí y el ahora”.

No me hizo mucho sentido, para ser sincera.
No lograba sentirlo.
Mi cabeza seguía dando vueltas y no podía controlarla.

Y un año después, en una clase de yoga lo entendí.
No tenía que controlarla, tenía que soltarla.

Mis ganas de querer controlarla y apagarla eran su bencina; lo que la mantenía activa, viva y
andando.
En cambio, el aceptar que cuando llegase el momento, sólo iba a poder hacer lo que estaría al
alcance de mi en ese momento, era la forma de soltar ese pensamiento y que no me dominase.

El famoso “aquí y ahora”.
El lugar en el que estoy ahora.
Lo que me está sucediendo en este momento.
Lo que siento respecto de ello.
Nada más importa.

Que rico es estar acostada en el mat, escuchando mi respiración, percibiendo cómo se siente
mi cuerpo, sintiendo un aroma exquisito.
¿Tengo que pensar en qué llegar a comer cuando vuelva a mi casa? Sí, pero solo podré
saberlo cuando vea qué hay en el refrigerados.
¿Tengo que llegar a preparar una presentación? Sí, pero solo lo podré hacer cuando llegue.
Entonces, por ahora, aprovecho y disfruto el presente, el aquí y el ahora; de lo único que
tenemos certeza.

Y claro que ahora me es fácil escribirlo porque ya lo aprendí (pese a que aún es algo que me
tengo que recordar a diario), así que por lo mismo te dejo unos tips que me han ayudado a
reconectar con el momento presente:
– Cuando estoy muy ansiosa por cosas que tengo que hacer o cuál será el desenlace de
alguna situación, trato de volver a mis 5 sentidos haciéndome preguntas como:
· Encontrar 3 objetos de X color.
· Encontrar 3 objetos donde pueda encontrar cierta figura (ej. un círculo)
· Encontrar 3 objetos que me den paz/que encuentre lindos
· Identificar 3 sonidos distintos a mi alrededor
· Identificar algún olor/aroma

Esas son solo algunas y no siempre las hago todas, pero sí me gusta terminar el
ejercicio preguntándome: ¿Qué puedo hacer en menos de 1 minutos para sentirme
mejor? A veces es mover los hombros, otras veces es respirar profundo, otras veces
masajearme el cuello, tomar agua, prender una vela o un incienso, y así. Realmente es
un ejercicio que me ayuda mucho a resetearme y volver a la calma del ahora.
– Ejercicio de respiración 3×6. Cuando estamos nerviosos/ansioso inhalamos más
rápido/seguido (piensa en cuando alguien llora desconsoladamente, siempre inhala muy
seguido para recuperar “aire”). El exhalar más de lo que inhalamos, puede ayudarnos a
volver a la calma y por tanto calmar nuestra mente. Este ejercicio consta de exhalar en
el doble de tiempo que inhalamos. Parto haciéndolo 3s inhalando y 6s exhalando, y
cuando ya estoy más tranquila, lo alargo hasta 4s y 8s. El truco es ir contando los
segundos en la mente, para así enfocarnos en eso y no en el o los pensamientos que
nos están atacando.
– Por último, tengo una app que se llama Mindfulness Bell. En ella puedes configurar una
notificación con el sonido de un cuenco que suena aleatoriamente algunas veces
durante el día. Me ha ayudado a tener recordatorios durante el día para darme un
segundo para respirar y aprovechar el momento; salir un poco del piloto automático.

Espero estos tips te sirvan como a mi y puedas encantarte con la magia del aquí y el ahora.

Un abrazo.
Fran.

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Telegram
0
    0
    Carrito
    Carrito Vacio